En Sevilla, lejos de la ciudad había un pequeño bosque desconocido, nadie sabía que existía. Ahí no se sabía que animales había solo se sabía que había unos grandes árboles de más de 15m. El clima nunca variaba, 100pre acía calor y sus animales eran desconocidos.
Un día, la clase de 1º de la ESO se fue de excursión cerca del bosque. Cuando llegaron, los alumnos vieron el bosque y querrian ir dentro, pero los profesores no les dejaban. Auque un chico travieso, entro en el bosque sin que nadie se diera cuenta. El niño adentró en el bosque y vio un animale misterioso, muy parecido a una ardilla, creyendo que era una ardilla, le extendió la mano, pero aquel animal le mordió la mano y se fue saltando a toda máquina. El alumno se dio cuenta que no era una ardilla y que todos los animales eran muy raros, había monos con picos en la copa de los árboles mirandolo y riendose, y muchos más raros.Hasta que, el chico vio un caballo, pero no un caballo cualquiera, sino que era un uniconio. El niño saltó sobre el "caballo" y el unicornio se puso a caminar comprendiendo que el alumno quería salir del bosque. Por el camino vieron muchos animales, como: caballos alados, conejos con cuernos, un estanque con ranas aladas... Al salir del bosque, el unicornio dejo al chico en el suelo al lado de profesores y alumnos, y bajo la atenta mirada de los profesores y alumnos, el unicornio se fue dejando caer un papel. Un profesor miró el papel y lo leyó en voz alta, ponía: Por favor, no digais nada de nuestra existencia. Firmado: Unicornio. Los alumnos y profesores se quedaron asombrados pero nunca se atrevieron a decir nada de lo que vieron.
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